Mercedes Urbaneja, una señora de 54 años, se preparó durante años para una eventual crisis, guardando en su alacena alimentos no perecederos y, sin darse cuenta, ya se comió todo.

Urbaneja, que gastó gran cantidad de dinero en atún, sardinas y sopas enlatadas, rindió declaraciones entre lágrimas; luego de darse cuenta que el «peo» para el que se preparaba, ya llegó. «Yo pensé que iba a haber una hecatombe en este país. O sea, la hay, pero no fue rápida. Yo me había alistado y había almacenado una buena cantidad de comida, linternas, baterías, agua, todo pues. Y hasta eso lo gasté porque a cada rato se va la luz y el agua. Hasta la madera de los estantes donde guardaba la comida la usé para una fogata un día que no había luz y no tenía gas tampoco. Bueno, para que a nadie le pase como a mí, sepan que el peo ya llegó» dijo Urbaneja mientras se comía un tuqueque que estaba en su cocina.