El Ministro de Interior y Justicia, Tarek El-Aissami, anunció que el CICPC abortó un plan conspirativo magnicida que pretendía imponer una visión única en el mundo, atentar contra la vida del presidente Chávez y poner fin a la Revolución Bolivariana. El ministro anunció que los cuerpos de seguridad del estado detuvieron a un ciudadano estadounidense y giró órdenes de captura contra otras 4 personas de la misma nacionalidad, agrupadas en una célula subversiva basada en la ciudad de Quahog, en el estado de Rhode Island.

El grupo, encabezado por el joven detenido, que responde al nombre de Steve Griffin, (a) “el Stewie”, pretendía tomar control de las instalaciones petroleras en el país y montar un asedio sobre los principales centros urbanos con el propósito de detener, “vaya usted a saber con que siniestra intención, al Comandante Chávez”.

El gobierno de Venezuela envió una enérgica nota de protesta a la Casa Blanca, por este “flagrante caso de injerencia”. Según el presidente Chávez, “una vez más la CIA lanza sus oscuros tentáculos sobre la América Latina”.

Al ser consultado al respecto, el sospechoso afirmó que estaba siendo involucrado en un plan del cual es inocente, y que si bien “jamás se rendiría en sus planes de conquistar al mundo”, Venezuela estaría fuera de su estratégia por ser una plaza de poca importancia militar y económica. Por último, dijo a su perro “Brian, creo que en este país están consumiendo de lo que a ti te están acusando, pero con todo, se les está yendo la mano”.