Rafael Contreras, padre de un niño de 7 años, le reclamó incesantemente a su hijo que usara en cinturón de seguridad mientras se dirigían a comprar fuegos artificiales.

Javier Contreras, hijo de Rafael, aseguró que el cinturón de seguridad le molestaba y no quería usarlo. “Es un fastidio que papá me reclame a cada rato sobre el cinturón de seguridad. Yo lo que quiero es llegar rápido a comprar fuegos artificiales ya”. Por su parte, el señor Contreras, explica que para él la seguridad es lo primero. “Así sea para salir a la esquina a comprar unos triqui-traquis o unos tumba-rancho, hay que cuidar la seguridad. Después uno tiene un accidente y no se puede llegar a la casa tranquilo a ver como explotan kilos y kilos de pólvora en el aire.” Comentó el Rafael mientras pagaba por un Machete-explosión-masiva-porno-2000.

“Tú sabes que yo siempre tengo cuidado” comenta Jesús Contreras, abuelo del niño. “Cuando Jarviercito va a explotar los triqui-traqui siempre le digo que lo haga rápido, no vaya a ser que se quede sin deditos, y bueno, cualquier cosa para eso está la otra mano. Para este 24 le quería comprar unos Bin-Laden, pero me dijeron que lo mataron y sólo le conseguí unos Fidel Castro. Esos bichos son medio malos, casi no explotan ni hacen ruido… es como si estuvieran muertos; boté la plata.” Comentó el abuelo de Javier mientras le decía a su nieto que se alejara al menos un metro de los fuegos artificiales por si explotan.