En una rueda de prensa convocada hoy, voceros de los muertos denunciaron la existencia de un plan para dificultarles el ejercicio del voto. El señor Leopoldo Pérez Alcántara, fallecido el 14 de febrero de 1937, habló en representación de los difuntos democráticos.

«Esta mañana salí como en todos los días de elección en los últimos 150 años a ejercer mi derecho ciudadano al voto, pero en esta ocasión, a diferencia de anteriores oportunidades, debo decir con vergüenza que el CNE transformó nuestra jornada cívica en un calvario. No abrieron el tradicional centro electoral en el cementerio; los miembros del Plan República nos obligaron a hacer la cola completa, sin respeto alguno por la edad o por nuestra condición de muertos; después de tantas horas de cola, muchos de nosotros descubrimos que ya alguien había votado por nosotros; y además, lo que resulta el colmo: este año la tinta indeleble era chimba: muchos de los compañeros pudieron limpiarse la falangeta con cloro».

Visiblemente indignado, el difunto dice que desde la elección de Antonio Guzmán Blanco no sentía que unas elecciones fueran tan sucias como estas. «A muchos de nuestros compañeros les ofrecieron, con el mayor descaro posible, ataúdes nuevos a cambio del voto, cuando todos sabemos que ya hoy estaban terminantemente prohibidas las actividades proselitistas.» El señor Pérez Alcántara agregó antes de despedirse: «En Venezuela ya no provoca ni siquiera salir. Para nosotros, este país está completamente descompuesto.»

E.C.