Los conflictos de identidad inundan a las sociedades modernas, tal fue el caso de Roberto, un CD de 750 Mb de capacidad que se hizo pasar por un DVD para no ser lanzado a la basura.

Nuestro pasante subpagado tomó sus vieja laptop con CD-Room y fue al lugar de los hecho para obtener toda la información posible: “Mi pana, yo sé que está mal tratar de ser algo que uno no es, pero la chama de donde yo vivo estaba botando todos sus CDs viejos, a la vez que organizaba su colección de películas en DVD y Blue Ray. Yo me ví entonces como quien dice en una diatriba, sel o sel y no te creas yo estaba asustado. Mientras yo me decidía, eso eran CDs que iban para la basura, CDs buenos, de Gilberto Santa Rosa y Juan Luis Guerra, qué quedará para mí entonces, yo lo que tengo es unas fotos de un viaje a Río Chico y dos guías de la universidad”, confesó el objeto.

Al preguntarle sobre su estado anímico, el CD se mostró confundido y pensativo: “Bueno mi pana, yo aquí donde estoy, estoy sano, me hice pasar por una película de El Señor de los Anillos, es que esos DVDs son arrechos, hay que ser cuatriboleado pa’ cargar 4 y pico gigas. Ya el CD no lo quiere nadie mi brother, yo me quedé como los juguetes de Toy Story, abandonado y cogiendo polvo”, declaró el viejo CD mientras tomaba un marcador y escribía sobre sí mismo “El Señol de la Bisutería: el retorno del Catire”.