Perros y gatos tendrán que inscribirse en el Registro Militar

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Perros y gatos tendrán que inscribirse en el Registro Militar

El 21 de octubre del año pasado entró en vigor la nueva Ley de Conscripción Militar, que contempla que en el período de un año -que vence este mes- todos los seres vivos que hayan puesto un pie en el territorio nacional se inscriban en el registro militar.

Los dueños de mascotas de inmediato sometieron un recurso de interpretación de la Ley ante el Tribunal Supremo de Justicia. Después de varios minutos de discusión el TSJ anunció que, en efecto, los animales domésticos también deben empuñar el fusil para defendernos de la inminente invasión alienígena.

Uno de los magistrados de la Sala Constitucional, que solicitó mantener su nombre en reserva porque sabía que el tema era bastante ridículo, afirmó lo siguiente: “El artículo 52 del referido instrumento legal es enfático al enunciar que todos los perros, gatos, hámsters, loros, peces y niñitos están incluidos en la obligación de inscripción ante el Registro Militar. Eiusdem”.

El magistrado aprovechó el desconcierto causado entre los presentes por la pronunciación de la palabra Eiusdem para comprar por teléfono pasajes a Miami a Jurisprudencia, su Cocker Spaniel. Luego de esto, prosiguió: “Los mismos derechos y deberes enunciados explícitamente en la Ley se aplican taxativamente para los mascotos y mascotas, bien sea de la independencia de su género, sexo o si son machos o hembras. En caso de presentarse como renuentes, estas mascotas no podrán:

1) Abandonar el territorio nacional.

2) Hacer sus necesidades fisiológicas en poste alguno del territorio nacional de la República.

3) Inscribirse en academias caninas y/o/u felinas.

4) Celebrar contratos con la Administración Pública (lo siento, Diosdado).

5) Beneficiarse de los beneficios otorgados por el Estado, incluyendo pero no limitándose a Perrarina de Mercal, esterilizaciones gratuitas, pernoctas en perreras o en la calle.

6) Ser vendidos, expropiados o cedidos a restaurantes chinos, una vez occisos.

El Ministro de la Defensa advirtió que los perros y perras y gatos y todos los demás animalitos entrarán a formar parte de la reserva, adscritos al 44 Batallón Canino Nevado Vencedor de Mucuchíes: “Los dueños de mascotas están en la obligación de presentar de inmediato a sus animales caninos, felinos, bovinos y adyacentes y circunvecinos a la Oficina del Registro Militar más cercana a su casa que no es de su propiedad, como se estila en el socialismo, y proceder a inscribirlos. Las autoridades estarán obligadas a detener y solicitar los papeles militares sin previo aviso. No se exceptúan a los perros guías de ciegos, a los gallos de pelea, a las mascotas exóticas como tarántulas, iguanas y culebras, y mucho menos animalitos cuchis como el oso Koala. Ni el moquillo ni los parásitos podrán ser usados como atenuante ni como causal de baja obligatoria. El animal que fallare en presentare los papeles que la autoridade le solicitare será considerado desertor de la patria y condenado a escuchar los cohetonazos de las elecciones sin derecho a un tranquilizante. He dicho. Los dejo, porque hoy expropiaron algo grande y quiero ver qué me toca” afirmó el Ministro, mientras se montaba en su Hummer con carrocería Escarabajo.

Los dueños de mascotas afirmaron que protestarán enérgicamente la medida. Patricia Vegas, dueña de Bodi, un simpático Shar Pei de la Lagunita, dijo que estaba completamente devastada por el hecho. “Coño, que manden a un doberman, pase. ¿Pero a mi Bodi? ¡Si yo creo que es hasta gay, el otro día un pequinés se lo quería montar”.

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