"Si Capriles gana dirigirá al país desde Washington" dice Chávez desde La Habana

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"Si Capriles gana dirigirá al país desde Washington" dice Chávez desde La Habana

En un contacto teléfonico hecho desde La Habana, el primer mandatario nacional, Hugo Chávez Frías, denunció que en el caso de un hipotético triunfo de la oposición, el país sería gobernado desde el extranjero; más específicamente desde Washington.

«Desde esta sabrosa tarde habanera, aprovecho aquí que mi hermano Fidel me regaló lo que le quedaba a esta tarjeta de teléfono para llamar a Venezuela, para decirles que yo no quiero ni pensar en lo que pasaría de ganar la oposición. Gobernarían al país desde los grandes centros de poder del capitalismo y el imperialismo» afirmó, desde el gran centro del poder del socialismo, el presidente Chávez. «Acuérdense de mis palabras: si el majunche patiquín ese gana, ¡pobre Venezuela! Se la pasaría metido en Washington, recibiendo instrucciones y consejos de gobernantes extranjeros, vaya usted a saber con qué propósitos. Gobernando por teléfono el país, como si fuera una bodega. ¿Ustedes se imaginan el caos y la desinformación? ¿A ustedes les entra en la cabeza eso, que un país ande 3, 4, 5 meses sin presidente? ¿Ah, Fidel? ¿Qué tu dices, Raúl? ¿Qué opinas tu de eso? ¿Que el presidente de otro país sea el que decida los destinos de la patria de Bolívar?» dijo Chávez, mientras le pedía a Raúl que le regalara otra tarjeta, porque a esta ya le estaba sonando un pitico y estaba en vivo por VTV.

«Es que yo veo el panorama de un triunfo opositor y me entra miedo, chico. Imagínense ustedes que el noséquecuánto Frijolito este empezara a regalar nuestro petróleo a los gringos, o peor aún, a cambiarlo dizque por entrenadores deportivos o profesores. Que comenzara a darle contratos para la cedulación, o para la explotación de los campos petroleros, a países extranjeros. ¿Eso no sería una deshonra a la memoria de los padres de la Patria? ¿Que diría Bolívar? La dignidad de Venezuela no se negocia» afirmó Chávez, mientras tapaba la bocina de su teléfono para preguntarle a los cubanos que lo rodeaban si podía hablar de eso al aire.

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