Mata de mango se convierte en toda la producción agrícola del país

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Mata de mango se convierte en toda la producción agrícola del país

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Tras la sostenida caída que viene registrando la producción agrícola en el país, una buena noticia surgió directamente del patio de la familia Montiel, en la ciudad de Caracas: la mata de mango que se encuentra en el patio de su propiedad, dio una buena carga de frutos este año, por lo que se convirtió en la única producción del sector agrícola en el país.

«Que si ya no hay carne, pollo, siembra de maíz, papa, quimbombó, nada de eso. Por eso se la llevaron los del gobierno, porque no hay más nada»

–Augusto Montiel

Augusto Montiel, propietario de una casa en Los Chaguaramos, recibió la visita de autoridades del Gobierno, quienes procedieron a expropiarle la mata con los mangos para comercializarlos. «Esa matica nació de una pepa que sembró mi maíta, hacen años. Esa matica nunca dio mucho mango y era mejor así, porque si no ese patio se pone todo jediondo y se llena de un mosquero. Con lo poquitico que daba, alcanzaba para hacer jalea o comérselo con sal y adobo, nos gustan mucho los mangos» afirmó Montiel, mientras salpicaba de chimó uno de los zapatos de nuestro pasante subpagado. «Pero yo no sé que pasó este año que esa bicha se cargó de esa manera, ahora estos señores se la llevaron porque dizque y que es todo el sector agrícola del país. Que si ya no hay carne, pollo, siembra de maíz, papa, quimbombó, nada de eso. Por eso se la llevaron los del gobierno, porque no hay más nada. ¡Chico, y no fueron ni siquiera capaces de darme una lavadora, o unas medicinas pa’ la vieja!» explicó Montiel, ahora autoproclamado presidente de la Asociación de Matamangueros de Venezuela.

Montiel aseguró que la expropiación no va a disminuir sus ganas de seguir trabajando la tierra «Yo tengo allá trás una matica de mamones, mírela, está hermosa. Y si Dios quiere y echa carga este año, ojalá podamos venderla para sacarle una platica y sembrar caraotas. Le pedí al gobierno que me financiara unos frascos de compotas para germinarlas, pero me dijeron que tampoco hay vidrio ni periódico, así que me imagino que eso quedará en veremos. Lo único que falta es que estos coños de madre desaparezcan el oxígeno y el sol, ¡qué manera de acabar con todo!» se despidió Montiel, mientras hacía pipí en la pata de la mata de mamones.

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