El gremio de los animales acuáticos, marinos y el monstruo del lago Ness, celebró efusivamente la última entrega de los Oscar por haber sido tomado en cuenta por la Academia, al haberse alzado “The Shape Of Water” como la mejor película del año.

El nadador profesional y mitad tonina, Michael Phelps, fue el encargado de expresar la alegría de la fauna marina. “Ganó el mundo, porque por fin se le dio a una criatura marina el reconocimiento que se merece: un Oscar. Ya era hora de que una institución tan grande e importante como la Academia reconociera el trabajo actoral acuático y, sobre todo, dejara a un lado las diferencias y se diera cuenta que, más allá de las escamas, branquias o aletas, nosotros somos iguales a los humanos. Eso sí, aunque celebremos, no podemos olvidar que solo hemos ganado una batalla de una larga guerra, que aún no termina. Debemos usar este Oscar para luchar por nuestra causa. Que las sirenas dejen de ser utilizadas como símbolos sexuales, que las focas tengan papeles más importantes que jugar con una pelota y, lo más importante, que dejen de ver a los tiburones como una amenaza. Así que, felices por esta victoria, pero hay que seguir luchado» aseguró Michael Phelps, mientras volvía a repetir su discurso en idioma delfín.