El presidente ecuatoriano Rafael Correa afirmó ayer que su país aceptará, “de buena gana”, los 6 Mirages que Venezuela le está donando, y asegura que desde ya le tiene asignado un buen uso. “Esperamos que esta donación nos ayude a solucionar el terrible problema de tráfico que tenemos en Quito”, dijo Correa, visiblemente emocionado. “Por supuesto tenemos que hacer algunos trabajos en nuestras avenidas, pero esto es la gran solución para nuestra capital”.

Estudios realizados demuestran que el quiteño pasa de una a dos horas yendo de su casa al trabajo, y con la implementación de la flota de Mirages se espera que este viaje se reduzca a dos o tres minutos. “Por supuesto, en cada viaje solo podría ir una o dos personas, pero estamos estudiando alternativas, como ponerle pasamanos a la cabina y el fuselaje para permitir a varias personas viajar a pie”, dijo Correa.

La Fuerza Aérea Ecuatoriana estaría estudiando la posibilidad de enviar a un grupo de sus pilotos de élite a hacer un curso de Estado Mayor a Caracas, para aprender el correcto empleo de frases como “Corriéndose para atrás que hay espacio, pol favol” y comprar calcomanías de “El que está no es el que limpia, el que limpia no está” y “Si su hija sufre y llora es por un chofer, señora” para decorar los aviones.